Estas reflexiones son fruto de mis experiencias en viajes transaharinos, cuyo desarrollo solo puede ser explicado científicamente por la Ley de Murphy: "Si algo puede salir mal, saldrá mal".
El vehículo
Da igual lo que se gaste en un vehículo nuevo. Los
vehículos
nuevos generan nuevos problemas.
Si el vehículo se avería, todo lo que haga para arreglarlo
solo conseguirá estropearlo más.
El vehículo propio siempre gasta más que los demás.
Las averías siempre se producen en los momentos más
inoportunos.
Si una tuerca se resiste, fuércela. Si se rompe, es porque había
que cambiarla de tarde o temprano.
El accesorio más caro es el que menos se utiliza.
Cuando todo falle, lea las instrucciones.
Siempre se romperá la pieza más inaccesible.
Si en la gasolinera está agotado algún combustible, será
el que le haga falta.
No existe ningún vehículo que no se pueda romper.
Dos vehículos que se cruzan en una carretera desierta, se
encontrarán siempre en el paso más estrecho.
El primer bicho que se estrella contra un parabrisas después de
limpiarlo,
lo hace siempre a la altura de los ojos.
Si puede localizar la pieza averiada, no tendrá herramientas para
sacarla.
Las herramientas irrompibles sirven para romper algo.
La garantía cubre todo menos lo que se rompe.
Las averías importantes comienzan después de finalizar la
garantía.
Aunque la reparación sea pequeña, usted terminará lleno
de grasa y aceite.
No le pregunte nunca a un mecánico si la reparación es
imprescindible.
Siempre faltan las herramientas que más se necesitan.
Las tuercas sobrantes nunca ajustan con los tornillos sobrantes.
Si no se puede arreglar, quizás no esté roto.
La pieza que no funcione, lo hará cuando consiga llevar el vehículo
al mecánico.
Desarrollo del viaje
Relájese. Ningún problema realmente grave tiene
solución.
Todo lo demás son anécdotas, aventuras y avatares.
Cualquier solución entraña nuevos problemas.
Cuando encuentre una solución que no se ajuste a su problema, cambie
el problema.
Cuando haya agotado todas las posibilidades y fracase, aparecerá una
solución simple y evidente que estaba delante de sus narices.
Los mejores problemas son aquellos que se solucionan solos.
Cuando las cosas vayan bien, algo habrá que haga que vayan mal.
Cuando parece que ya nada puede ir peor, empeora.
Cuando le parezca que las cosas van mejor, es que se le ha pasado algo
por
alto.
Si piensa que el viaje ha sido perfecto, es porque no se ha enterado de
nada.
Todo lo que empieza bien, acaba mal. Todo lo que empieza mal, acaba
peor.
Después de que las cosas hayan ido de mal en peor, el ciclo se
repetirá.
Nada es tan malo como para que no pueda empeorar.
No existen límites para que las cosas vayan mal.
Las etapas de descanso suelen ser agotadoras.
No hay etapa tan sencilla que no pueda ser un desastre.
Los animales que en campo abierto son raudos y veloces, se vuelven
lentos
al atravesar la calzada.
Todos los objetos inanimados, pueden moverse lo suficiente como para
estorbar.
Los paisajes más bonitos aparecen cuando la batería de la
cámara se ha agotado.
Las partes de los animales más fotografiadas son los traseros.
Cuanta más prisa se de por llegar a una frontera, más le
harán esperar. Y si no se da prisa, cuando llegue se la encontrará
cerrada.
Da lo mismo el presupesto que tenga. Los gastos siempre serán
mayores.
Si usted planifica un viaje transahariano, prevea más días
de los que le indica la lógica.
Solo cuando haya cambiado todo su dinero en el mercado negro, le harán
la mejor oferta.
Desconfíe de todo aquel que le asegure haber realizado un viaje
transahariano perfecto, porque eso no existe.
La probabilidad de que se encuentre con un conocido en el fin del
mundo,
aumenta cuando viaje en compañía de alguien con quien no quiere
que le vean.
Durante el viaje transahariano, uno pierde interés por las cosas
materiales. Siempre terminan perdiéndose, rotas o robadas.
La información más importante de cualquier mapa está
en el doblez.
Siempre se tarda más en ir que en volver.
Los minutos que se viven perdido en el desierto, duran mucho más que
en cualquier otro lugar.
Solo construirán una carretera entre el punto A y el punto B, cuando
usted consiga aprenderse la maraña de pistas que van desde A hasta
B.
Cuando esté haciendo el equipaje, meta la mitad de la ropa que había
pensado y el doble de dinero.
Cuanto más complicado y largo sea un viaje, mayores serán las
probabilidades de que algo vaya mal.
Solo la persona que no ha realizado ningún viaje transahariano puede
decir que viajar es un placer.
No hay nada tan grande que no se pueda perder.
La suposición es la madre de todas las pifias.
Un ahorro imprevisto siempre viene acompañado de un gasto inesperado
por una cantidad superior.
Los dolores de muelas empiezan siempre después de iniciar el viaje.
"Podría ser peor; podría estar lloviendo", es lo que suele decirse
justo antes de que caiga el chaparrón.
Viajar en grupo
Cualquier problema sencillo puede convertirse en
complicado si debe ser
solucionado por varias personas.
El líder es aquel que crea problemas para los que solo él tiene
solución.
Si consigue mantener la calma cuando todo el mundo pierde la cabeza,
entonces
es que no se ha enterado del problema.
Cuando hay una avería, el que menos sabe es el que más opiniones
da. Normalmente acertará con alguna de ellas.
La persona capaz de sonreír cuando las cosas van mal, ya ha pensado
a quién le echará la culpa.
Errar es humano. Echarle la culpa a otro es más humano
todavía.
No se preocupe por lo que otros piensen de usted. Están demasiado
ocupados preocupándose por lo que usted piense de ellos.
Dos monólogos no constituyen un diálogo.
Cuando las personas son libres de hacer lo que quieran, suelen imitarse
unas
a otras.
A la hora de recibir consejos, confíe sólo en aquellos que
perderían tanto como usted en caso de equivocarse.
El que duda, probablemente tiene razón.
Si le hace un favor a alguien, le tendrá que hacer muchos más.
El trabajo en equipo es esencial. Le permitirá echarle la culpa al
otro.
Si todos están de acuerdo en tomar una decisión y resulta no
ser acertada, la culpa no será de nadie.
El primer viaje transahariano
Solo las personas que nunca han realizado un viaje
transahariano, pueden
afirmar que están perfectamente capacitadas para realizar un viaje
transahariano sin problemas.
Si realiza sin problemas su primer viaje transahariano, estará dando
a los creyentes pruebas de que los milagros existen.
La experiencia es algo que se consigue cuando ya no se necesita.
El guía
Cuando el guía planifica bien el viaje, nadie le pide
explicaciones.
Cuando comete algún error, sus explicaciones demuestran que no tenía
ni idea.
Si el guía no acierta a la primera, lo mejor que puede hacer es
destruir
todas las evidencias de que lo ha intentado.
Un guía experto es aquel que evita los errores pequeños, mientras
sigue imparable hacia el error garrafal.
Cuando el guía y gran viajero parezca ensimismado y pensativo, lo
más probable es que esté pensando en la cena.
Un mal guía podrá engañar a alguien alguna vez, pero
nunca podrá engañar a todos siempre.
El guía debe tener principios muy sólidos, y cambiarlos de
vez en cuando.
El guía debe esforzarse por caer bien. De lo contrario, incluso sus
decisiones más acertadas serán criticadas.
Las decisiones erróneas del guía son más comentadas
que las acertadas.
Cuando el guía llega a una bifurcación y toma el camino equivocado,
siempre hay alguien que ya sabía que no era por ahí.
No importan las veces que el guía demuestre que una mentira es falsa.
Siempre habrá alguien que crea que es verdad.
Si el guía explica algo con tanta claridad que nadie lo pueda
malinterpretar, alguien lo hará.
General
Los hombres y las naciones actúan razonablemente cuando
ya han agotado
todas las demás posibilidades.
Los amigos van y vienen. Los enemigos se acumulan.
La intensidad del picor es inversamente proporcional a la facilidad de
acceso
del punto en que se produce.
No importa cuando todo el mundo miente, porque nadie escucha.
Si no quiere tropezar, no ande. Si no quiere caer, túmbese. Si no
quiere meter la pata, no hable. Si no se quiere perder, no se salga de
la
pista.
Los sabios se alegran cuando descubren la verdad. Los necios, cuando
descubren
la falsedad.
El secreto del éxito es guardar el secreto cuando se alcanza el
éxito.
Cualquier idea simple se puede expresar de la manera más compleja
que exista.
La única forma de descubrir los límites de lo posible, es
traspasarlos en dirección a lo imposible.
Cualquier tecnología avanzada es indistinguible de la magia.
No hay travesía imposible para el hombre, si no la tiene que realizar
él mismo.
Una conclusión es el punto en el que usted se cansó de
pensar.
El progreso no consiste en sustituir una teoría equivocada por otra
correcta, sino en sustituir una teoría falsa por otra cuya falsedad
sea más difícil de demostrar.
Algunos grandes viajes se emprenden por error o por codicia.
Ningún viaje es un fracaso absoluto. Siempre puede servir como mal
ejemplo.
Decir que un ser humano no es más que un conjunto de moléculas,
es como decir que una obra de Cervantes no es más que un conjunto
de palabras.
Si en su camino hacia la meta fijada tropieza con la verdad, evite
caerse
y siga adelante.
Cuando no sepa exactamente lo que está haciendo, empléese a
fondo.
Una falsedad práctica y fácil de entender es más útil
que una verdad compleja e incomprensible.
El ordenador hace lo que usted le ordena que haga, no lo que usted
quiere
que haga.
Las personas que cuando cumplen 40 años se lamentan de no tener 30,
son las mismas que cuando llegaron a los 30 se lamentaron de no tener
20.
No existen situaciones desesperadas, sino personas desesperadas ante
determinadas
situaciones.
La caca flota.
![]() |