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Optamos por la ruta transahariana que pasa por Tamanrasset, menos frecuentada por los bandidos que la ruta del Tanezrouft. |
Dando agua a un Tuareg. |
La tumba del Marabout Moulay Hassan, un importante peregrino que murió de camino a La Meca, se encuentra a unos 270 kilómetros al norte de Tamanrasset. La tradición dice que hay que dar tres vueltas con el coche alrededor, para acogerse a la protección de Alá. Yo di más de 20 vueltas derrapando, una gozada. |
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El Peugeot 504 familiar que conducía se portó estupendamente. |
Este soy yo amaneciendo. El coche
era lo suficientemente grande como para dormir dentro, reclinando los
asientos hacia atrás. |
El biólogo zarauztarra Jon al volante de su flamante Peugeot 505 con las montañas del Hoggar al fondo. |
Cogiendo fuerzas para atravesar el desierto con un buen desayuno. |
Conduciendo por el desierto. Una road movie en la que cada uno era protagonista de su propia historia. |
En Tamanrasset coincidimos con un numeroso grupo de españoles. |
Manu jugando con la cámara de
vídeo de uno de ellos. |
Cualquier rincón al abrigo de un
montículo que nos protegía del viento era bueno para montar nuestro
campamento. |
Por la noche hacía mucho frío, y
el sol de la mañana descongelaba nuestros huesos. |
Otro campamento en medio del
desierto. |
La tôle ondulée castigaba la
suspensión de los coches y nos hacía castañetear los dientes. |
Una caravana de viajeros en
vehículos más ecológicos que los nuestros. |
Nos paramos para hablar con ellos. |
A partir de In Guezzam no
sabíamos lo que nos deparaba el destino, así que Manu aprovechó para
despedirse efusivamente de las chicas. |
A falta de radios para
comunicarnos, nos contábamos los chistes a gritos por las ventanillas. |
En Arlit Manu se encontró con
viejos conocidos de viajes anteriores. En esta ocasión no hacía falta
ser tan efusivo. |
Atravesamos Níger sin problemas. |
En Niamey nos despedimos con una
buena cena y varias birras. |
Aproveché para comprar algunos
djembés para mi
pequeño negocio de artesanía africana. |
Después de este viaje, aumentaron peligrosamente los ataques y decidí viajar al África subsahariana únicamente en avión. Aprovechaba las vacaciones de Navidades, Semana Santa y verano para echar una mano a mi hermano con su agencia de viajes. |